viernes, 17 de abril de 2015

Experiencia de bullying

Carla Herrero es también Silay Alkma. Hoy son la misma persona, una chica feliz de 17 años. Pero durante muchos años fueron dos. Carla, la niña, la adolescente que sufrió bullying durante ocho años, y Silay, la niña, la adolescente que escribía con metáforas sobre el dolor oscuro.

 "Me sentía inútil, creía que no era nadie, tenía angustia, desesperanza, depresión..., me humillaban psicológicamente, también físicamente, me convirtieron en su diversión", lo explicaba Carla.

 El bullying empezó cuando tenía ocho años en su colegio de Tordera (Barcelona). Era un poco gordita, dice, y por eso se quedó sola. Entonces se fue encerrando en sí misma, no se atrevía tener contacto con los demás. Ir al colegio era horrible, pero nunca dijo nada -sus padres se enteraron del bullying cuando publicó su trabajo y el vídeo que le acompaña-. Nadie se dio cuenta, ningún profesor, y ella sintió que no existía.


Las chicas del grupo quedaban para planear cómo humillarla. Le pusieron todo tipo de etiquetas, se consideraba una chica problemática y que no servía para nada... y cuanto más se humilla a una persona, dice, más daño se deja infligir. Y entonces se hacen cosas que no se deberían hacer, como un grito de desespero... Pero nadie escuchaba.


Los padres de Carla se enteraron al ver el vídeo. Nunca les dijo nada, era una niña cerrada que no dejaba que se acercasen. "Muchos sonreímos para ocultar nuestro dolor", dice. "Conozco las lágrimas, la soledad, las humillaciones, la bipolaridad, la psicosis...", ha escrito Silay al recordar el dolor, pero ya ha dicho adiós a la soledad. A raíz de la difusión de su trabajo y del vídeo, muchos chicos y chicas se han puesto en contacto con ella y han ido a verla para charlar. Hoy ya le sonríe a la vida y es feliz.



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