Cómo actuar ante los insultos

·Ignora al intimidador y aléjate. Esto no significa que seas un cobarde. El intimidador se entusiasma al ver las reacciones de sus víctimas, y al ignorarle le estás haciendo saber que no te importa. Tarde o temprano, el intimidador se cansará de intentar fastidiarse y si caminas con paso firme le harás saber que no puede hacerte daño.

·No te enfades. Esa es la reacción que el intimidador desea ver. Los intimidadores desean tener el control sobre tus emociones. Si estás en alguna situación donde no puedes alejarte, trata de usar el humor. Resuelve tu enfado de otras maneras, por ejemplo haciendo ejercicio o escribiendo.

·No uses la fuerza física. Si usas la fuerza física solamente le estás mostrando al intimidador tu enfado y no sabes cuál será su reacción. Si recurres a la violencia contra un intimidador, tienes más posibilidades de meterte en problemas o de resultar herido. Puedes defenderte de otras maneras, como tomando el control de la situación alejándote o siendo firme en lo que haces. Las respuestas agresivas suelen generar más violencia.

·Pon en práctica formas de demostrar confianza. Practica maneras de responder al intimidador verbalmente o con tu comportamiento. Practica sentirte bien contigo mismo.

·Hazte cargo de tu vida. No puedes controlar lo que hacen los demás, pero puedes serte fiel a ti mismo. Piensa en maneras de sentirte de lo mejor para que otros dejen de molestarte. El ejercicio es una manera de sentirte fuerte y poderoso. Otra manera de incrementar tu confianza es mejorar tus aptitudes en actividades como el ajedrez, el arte, la música, los ordenadores o la escritura. Una manera de hacer nuevos amigos es unirse a una clase, un club o un gimnasio y te hará sentir muy bien.

·Habla acerca del problema. Conversar con un consejero escolar, un amigo o un maestro te dará el apoyo que necesitas. Así también puedes desahogar los temores y frustraciones que se acumulan cuando estás siendo intimidado.

·Encuentra a tus (verdaderos) amigos. Si te han estado intimidando con rumores puedes usar cualquiera de los consejos anteriores. Pero debes ir un paso más allá para aliviar tus sentimientos de agravio y aislamiento. Busca amigos verdaderos y confíales que el rumor hirió tus sentimientos. Cuando un amigo te diga "yo sé que el rumor no es verdad. No le prestaré antención", te darás cuenta de que la mayor parte del tiempo las personas ven el rumor como lo que es; un acto despreciable, grosero e inmaduro.