viernes, 16 de enero de 2015

El impactante caso de Amanda Todd

 Esta joven canadiense, de 15 años, contó una horrible historia en un vídeo de Youtube, en Septiembre, con la cara difuminada y mensajes escritos en varias tarjetas que va enseñando hasta explicar la triste sucesión de acontecimientos que tanto le angustiaba.

 "He decidido contar mi historia interminable", empieza el vídeo mudo y en blanco y negro. "En séptimo curso solía comunicarme con mis amigos a través de la webcam". Cuenta cómo lo de mostrarse por cámara a través de Internet provocó que varias personas que ella no conocía empezaran a admirarla. Algunas personas decían que era preciosa, arrebatadora y perfecta, incluso había gente que la quería ver sin ropa. Al año siguiente, empezó a hacerlo .

 Un día le llegó, por Facebook, un mensaje de un desconocido que decía: "O me enseñas más, o publico todas las fotos que he tomado de tí sin ropa". Sabía su dirección, el colegio al que iba, quiénes eran sus familiares, sus amigos... Esas navidades, la policía se presentó en su casa. Las fotos habían sido enviadas a todo el mundo.

 Entonces enfermó. Cayó en una tremenda depresión y sufrió ataques de pánico. Empezó a beber y a tomar drogas. Apenas salió de casa en todo el año. El  desconocido creó una página de Facebook con la foto de sus pechos como imagen de perfil. Lloraba todas las noches; perdió a sus amigos y el respeto de la gente.

 Era imposible borrar esa foto. En el colegio y en la calle la gente se burlaba de ella.Empezó a hacerse cortes en los brazos, en general, a autolesionarse, lo que le provocaba un trastorno mental grave. Se cambió de colegio, donde todo era mejor, aunque seguía sola. Al cabo de un mes, empezó a hablar con un amigo mayor edad. El amigo tenía novia, pero ella pensaba que se gustaban. De hecho, un día que la novia se había ido de viaje, Amanda fue a su casa.

 A la semana siguiente, la novia se presentó en el colegio de Amanda con un grupo de 15 personas. La joven recibió puñetazos y cayó al suelo. Se sintió como si ella fuera una broma para el mundo y que nadie se merecía lo que le habían hecho. Los profesores acudieron a verla, pero se quedó tumbada hasta que llegó su padre. Al llegar a su casa, bebió lejía, pensando que así moriría. Pero su familia la llevó al hospital, donde la salvaron con un lavado de estómago.

  Pero de nuevo las redes sociales la traicionaron: en un comentario de Facebook dirigido a uno de sus agresores leyó que alguien decía que se merecía aquello que le habían hecho y que esperaba que estuviera muerta, así que ella se suicidó. 

Aquí está el vídeo real, un poco fuerte pero así os daréis cuenta de lo que provoca el acoso.

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